Decir no para para poder decir si
Sólo aprendiendo a decir NO, podremos decir SÍ
La cuestión no es ser autoritario, pero tampoco ceder constantemente a las peticiones, deseos y necesidades de los demás.
Pensar que yo también tengo mis intereses y hacérselo saber amablemente al otro nos puede resultar muy útil en nuestro día a día, y realmente práctico en nuestras relaciones familiares, conyugales, amistosas o laborales.
Explicando o hablando con normalidad de nuestro parecer, quizás logremos que los otros se pongan en nuestro lugar, consideren nuestra postura y tengan en cuenta que es igual de importante que la suya.
Por otro lado, de esta manera logramos sentirnos más satisfechos en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.
Por esta razón, Reafirmarse ante los otros, y decir NO cuando lo consideremos oportuno, nos abre la puerta para decir Sí a unas relaciones enriquecedoras, satisfactorias, de igual a igual.