Ya tengo cita con el psicólogo ¿y ahora que…?
Después de darle muchas vueltas, ya has hecho una de las llamadas más difíciles para tí y en breve tendrás una sesión con un psicólogo. Creo que es tranquilizador saber que te vas a encontrar. Y además que trabajo deberías llevar adelantado para sacar todo el jugo a las sesiones.
Lo que comento a continuación es lo que yo pido en mi terapia. Ten en cuenta que muchos de mis compañeros trabajan muy diferente. Gracias a internet la mayoría de ellos tienen su página web; blogs y redes sociales y esto ayuda a conocer un poco su filosofía de trabajo. Y es que la psicología es tan diversa como la propia mente humana.
Empezaré diciendo algunas preguntas que te haré ¿Has estado tú o tu familia en tratamiento anteriormente? ¿Tomas alguna medicación? Si es así recuerda traer apuntado nombre; dosis y cantidad.
La gran pregunta ¿Por qué vienes? Yo trabajo con diferentes corrientes; y me gusta centrarme en objetivos. No te preocupes si te encuentras mal y ni siquiera sabes lo que quieres. Yo te ayudaré a concretar unas metas y buscar un camino para resolverlas. Por ejemplo en un enfrentamiento familiar; puedo darte pautas para tratar de mediar pero quizá el objetivo debería ser como gestionar y aceptar esta situación
Personalmente me gusta trabajar con objetivos para que sientas que la terapia tiene un inicio y un fin. Y que seas tú quien decidas si quieres trabajar nuevos objetivos. Ya que es muy frecuente que sigan saliendo puntos a mejorar.
¿Y que debes preguntar tú?
Es muy importante que sepas que tienes derecho a preguntar sobre la terapia todo lo que quieras. En algunas ocasiones saldrás muy revuelto o enfadado de la sesión. Esto puede ser por dos motivos: Porque estemos tocando en el hueso de la situación y sanar esa herida te resulte doloroso. O puede ser que me haya equivocado. Por eso siempre debes mencionarlo; sin críticas no se puede mejorar ni enmendar errores.
¿Y si te encuentras a tu psicólogo por la calle? Tú eres el que decidirás si quieres saludarlo. En ocasiones olvidamos comentar este punto los pacientes, y se sienten extrañados al haber sido ignorados. Es preferible aclarar esto en una sesión que ser imprudente.
¿Cuándo puedo llamar a mi psicólogo? También en esto hay disparidad de formas de trabajar; todas respetables y con un sentido. En mi caso no ofrezco una primera sesión gratuita pero la atención telefónica si lo es. Puedes llamarme cuando quieras; y si no puedo atenderte en ese momento responderé la llamada dentro de mi jornada laboral lo antes posible
¿Puedo hacerle preguntas personales a mi psicólogo? Pues claro que sí; otra cosa es que te sean respondidas. Ten en cuenta que muchos compañeros como yo procuran centrar las conversaciones en tí. Generalmente se nos hacen estas preguntas personales por que se duda que se entiendan las circunstancias que se están viviendo. El psicólogo si no consigue entenderte ,independientemente de sus circunstancias personales te derivará. Es muy normal que tengas dudas o curiosidad sobre la vida del terapeuta. Pero tú psicólogo es mucho más que un amigo y en las sesiones tienes que centrarte en ti mismo.
¿Cuánto dura la terapia? Algunos profesionales tienen tiempo de trabajo cerrados otros como yo no pueden responderte a esta pregunta. Ya que primero tenemos que establecernos un objetivo. He recibido a pacientes que en la primera sesión hemos resuelto algún tema importante. Y con otros hemos pasado años. También depende de la frecuencia en que nos veamos y del trabajo que hagas dentro y fuera de la sesión.
¿Te darán «deberes»? En mi caso sí; pueden ser registros de conductas; de pensamientos; o pedirte que escribas sobre algún tema. Hacerlos con interés es fundamental para trabajar y no siempre es fácil hacerlos.
Sé siempre totalmente sincero. Mi trabajo es conectar contigo y tratar de entender tus motivaciones y heridas. En ocasiones el miedo a ser juzgados hace que se maquille la verdad. Té sorprendería saber cuántos pensamientos y actos que te avergüenzan son compartidas por todo el mundo. Mi trabajo consiste en que dejes de sufrir innecesariamente y que seas más feliz de lo que entrastes. Y para esto es fundamental que te comprenda y conecte contigo. Cuanto más te abrás y confíes en mi más profundo y mejor trabajaremos. Cuando una persona se abre a mí de una manera tan desgarradora lo mínimo que se puede sentir hacía el es un profundo respeto.