Salud- Enfermedad- Somatización
Tener salud hoy, se corresponde con disfrutar de un estado de bienestar total de la persona a nivel físico, psíquico y social (OMS,1976). Pero ¿cuántas personas mantenemos este estado diariamente?
Es habitual no disfrutar de salud plena en todo momento, y tener ciertos síntomas como decaimiento, dolor de cabeza, insomnio, ánimo bajo o malestar; lo cual aveces tampoco significa tener una enfermedad concreta.
A este respecto, se detecta que alrededor del 25% de las consultas de atención primaria no reúnen las características necesarias para diagnosticar una enfermedad concreta, sólo aparecen en la persona síntomas, pero no justifican una enfermedad específica.
Qué es lo que nos pasa entonces?
Es posible que estemos SOMATIZANDO. La expresión de emociones o conflictos psíquicos a través del cuerpo es ya una explicación relevante y reconocida a esta cuestión.
Un dolor de cabeza agudo después de un día de problemas en el trabajo, tener náuseas ante un examen, sentir mariposas en el estómago durante el enamoramiento, la opresión en el pecho cuando se pasa por un mal trago, o no poder respirar cuando algo «ahoga», son algunas de las expresiones corporales más comunes.
En los niños se ve claro, ellos están aprendiendo a identificar y expresar sus emociones, y es fácil que las somaticen alterando el sueño el primer día de colegio, estriñéndose cuando se les quita el pañal o alterando su alimentación cuando nace un hermanito…
Es conveniente no ignorar esta interdependencia cuerpo- mente. El aprendizaje está en conocernos, hacernos conscientes de nuestros pensamientos y emociones, y escuchar nuestro cuerpo, ya que cuanto más conozcamos nuestra psique y nuestro cuerpo, más fácil nos será tomar alternativas y crecer en la dirección de la salud.