Ama bien
Estamos deseando amar y ser amados; pero ¿de que manera?
Uno de los problemas que se repiten en la terapia de pareja es no sentirse queridos o valorados. Y esto se da por qué no todos tenemos el mismo concepto de expresar afecto a otro.
Darse puede ser pasar todo el tiempo con el otro; o pasar poco tiempo por que queremos dar una estabilidad en casa. Darse puede ser esforzarse por tener una orden y limpieza en nuestro hogar. Pero también es relegar la casa para ver una peli en familia. Cuidar al otro es preguntarle cómo le ha ido un tema importante o mantener el silencio pese a la curiosidad cuando se sospecha que el otro no quiere hablar. Mostrar afecto con dulzura y benevolencia cuando el otro se ha equivocado o con dureza y crítica por que nos preocupamos por él. Dar cariño es compatir cosas que sólo interesan al otro. Pero también es demostrar cariño el querer involucrar al otro en lo que nos apasiona a nosotros.
Todo lo que he dicho anteriormente son maneras muy diferentes de mostrar cariño; y a veces totalmente contrapuestas por eso necesitan de una gran comunicación para que el otro sepa interpretarlas.
Las personas tienen mucho miedo de darse por no se correspondidos; e incluso por ser humillados o utilizados por el otro.
Cuando nos sentimos no correspondidos reflejamos que hemos hecho muchos esfuerzos que no han sido valorados; a veces efectivamente, damos más de lo que deberíamos. Quizá lo que demos sea lo equivocado .Como por ejemplo el compartir nuestros recursos económicos; renunciar a nuestra ciudad; a nuestra familia; a nuestros amigos. Estos «sacrificios» deberían valorarse con frialdad. Imagina que Dejas tu país por que tu pareja tiene un trabajo estable en otro. Hacerlo no es un error; pero sí lo es hacerlo sin un plan b si la relación allí no funciona.
Sin embargo lo que si podemos dar sin cuestionarnos nada más es el propio cariño. Abrir nuestro corazón y confiar suele ser lo que más nos cuesta. Entregar nuestro corazón es a lo que más miedo tenemos pero es esta manera de darse, la que nunca será un error. Ya que sin el riesgo de sentir dolor emocional no tenemos la oportunidad de querer. Y el corazón cicatriza mucho más rápido de lo que creemos.