No elegir también es una decisión
Hay Un proverbio que relata la historia de un burro que se encontraba entre dos montículos de paja parado intentando decidir de cuál de ellos comer… Y mientras lo hacía se moría de hambre.
Esto es lo que nos ocurre a muchos de nosotros a la hora de decidir, dejamos que la vida pase por delante de nosotros y nos quedamos paralizados mirando hacia un lado y hacia otro, eligiendo de forma inconsciente NO ELEGIR.
Estar ante una situación difícil y tener que tomar decisiones importantes puede ser causa de estrés, ansiedad, o depresión. El bloqueo dificulta seguir avanzando en nuestra vida, ya que en ocasiones evitamos y postergamos enfrentarnos, y cuando nos damos cuenta seguimos teniendo una deuda con esa decisión y probablemente resulta aún más pesada.
El motivo principal de no tomar decisiones, normalmente es el miedo. Suele haber miedo a equivocarse, al fracaso, a lo que piensen los demás, a la pérdida de otras opciones…
A este respecto, algo importante que es conveniente recordar es que nadie es perfecto y que puede haber equivocaciones, pero que los errores proporcionan aprendizajes y experiencias que permitirán elegir con más criterio la próxima vez. Como dice Henry Ford «El fracaso es la gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia».
Por otra parte, la perfección no existe, sólo puedes hacerlo lo mejor posible y seguir creciendo.
Como conclusión, tomar decisiones significa tomar el control y la responsabilidad de tu vida de forma consciente. Y en este proceso, es importante confiar en que decidas lo que decidas, tu vida se enriquecerá a consecuencia de ello.