Los responsables de la Ludopatía
La ludopatía es una enfermedad cruel y silenciosa donde el enfermo y en ocasiones su familia la ocultan y se avergüenzan; a veces llamarlo vicio le quita hierro y a veces por puro desconocimiento de lo que implica un ADICCIÓN.
Día a día en terapia, trabajo para que estas personas asuman la responsabilidad de su enfermedad; que no echen balones fuera de sus problemas. El ludópata decidió una y otra vez caer en el pozo. Es cierto que ellos son los que tienen que pedir ayuda. Y que la familia tiene que dejar que ellos en un tiempo tomen las riendas de su vida.
La terapia enseña a cambiar una culpabilidad inmovilizadora por la responsabilidad.
Y es este mensaje ;el que la industria del juego utiliza como argumento para expulsar su propia responsabilidad sobre esta enfermedad.
El problema del juego es que NO es una sustancia nociva en sí misma. El juego puede ser un entreteniendo agradable por sí mismo. No todas las personas que juegan o incluso abusan del juego van a desarrollar ludopatía.
Pero no es una sustancia inocua; el juego sobre todo el que tiene alguna inversión económica, incentiva una cadena de estimulo-respuesta muy estudiada que provoca el deseo de seguir jugando. Esto para la mayoría de la población sólo implica que seguramente gastaran algo más de lo que habían pensado.(Como todo producto que se consume). Pero a la persona tendente a sufrir esta enfermedad este circuito tan estudiado va a hacerle polvo.
No hay más que ver como en los nuevos juegos, en unos meses se puede a llegar a un nivel extremo de conducta problemática (estafa y robo). Esto es por la inmediatez; la accesibilidad; el incremento de la oferta.
No se trata de culpar a la industria del juego del problema de la ludopatía. Tengo que decir que dentro de esta industria hay personas que respetan las normas y se preocupan porque los usuarios la usen de una manera correcta. Pero lamentablemente también hay personas que se vendan los ojos ante un problema tan acuciante.
No es responsabilidad de los operadores de juego solucionar los problemas de una persona que sufre una adicción al juego. Entendemos que esto es un negocio y que además no pueden discernir con total claridad quien sufre un problema o quién está quién está abusando de juego o gastando mucho dinero.
Lo que sí está claro es que la publicidad llega ser hasta indecente. Una publicidad donde se vende que la felicidad se compra en forma de boletos, de números, de apuestas. Se promete que la soledad se va a eliminar jugando. Si es responsabilidad de los operadores de juego no permitir la entrada de menores a sus salas. Son ellos los que contratan a ídolos de la juventud y propagan que apoyar a un equipo deportivo es apostar económicamente por el. O algunos dueños de máquinas tragaperras que adelantan dinero a sus clientes constantemente.
Hace muy poco escuche a la directora de una sala de Bingo decir que ella no había visto nunca a un ludópata en sus salas. Habría que preguntarle también ¿considera pasar todas las tardes de lunes a viernes horas aislada en una mesa una diversión social? ¿Esos 20€ diarios (que es la media que se dice que se gastan)es soportable en una economía de una familia de barrio?
Imagino que muchas personas necesitan taparse los ojos ante esta realidad porque resulta demasiado dolorosa. Es más fácil “culpar” al otro de sus desgracias que asumir la parte de responsabilidad que nos toca.
Cuando tratamos de explicar la responsabilidad que puede llegar a tener los operadores de juego siempre se nos tacha de querer prohibir. Se nos acusa de ser muy paternalistas. Se dice que el problema no viene de la oferta sino de cómo se recoge la demanda.
Nosotros enseñamos a los familiares a que se eliminen esta culpabilidad. Se sienten responsables de haberles cubierto las deudas. Se sienten mal por no haberlo detectado antes y esto no es justo. Les enseñamos cómo pueden ayudarles y que el ludópata tiene que ser responsable su vida. Lo que hacemos es señalarle algunas conductas que pueden cambiar para ayudar a este familiar enfermo.
Por eso le pedimos ayuda a la propia industria del juego. No queremos prohibir queremos más metodos de control y ayuda. No se trata de culpar; se trata de asumir su parte de responsabilidad. La ludopatía es una enfermedad mental y el juego tiene un componente adictivo en sí mismo. No se venden caramelos y hay que ser consciente de que algunas personas van a destrozarse a causa de esto.