Encontrar a un compañero de viaje es muy complicado, cuando dos personas se empezaron haciendo felices y ahora no se reconocen pedir ayuda es un paso muy maduro. En ocasiones la terapia puede ayudar a recuperar la armonía, y a recordar y revivir ese cariño. También se puede trabajar en mediación en los casos donde la ruptura esté decidida para llegar a un acuerdo amistoso sin necesidad de pasar por un tormentoso proceso de separación legal.