Entrenando la cordialidad más alla de la cena de Nochebuena
Hola a Todos!!
Ay las navidades; esas fiestas muy cortas para unos y muy largas para otros. Y es que estos días tienen una serie de «trampas mentales» que es bueno tenerlas en cuenta para sobrellevar las situaciones difíciles en estos días.
A mí me parece que es positivo que haya un tiempo al año para recordar; para hacer algo especial por los demás; un tiempo para que se ablande el corazón y disfrutar de estos días como algo positivo.
Pero el buen rollo hay que entrenarlo… En estos días se producen muchos reencuentros incómodos por contentar a un tercero; el error es pensar que una noche vamos a desconectar y hacer que no pasa nada. No se puede pasar de la guerra fría al buen rollo de golpe. Si nos juntamos con un tercero porque sabemos que es importante para otro deberíamos hacer el esfuerzo de tener una relación cordial durante todo el año.
Si tú que estas leyendo esto consideras que una persona te esta perjudicando y alguien que tu quieres se lo consiente; con quien tienes un problema es con el que está de acuerdo con la situación. Y si lo toleras o bien no eres fiel a ti mismo; o bien reconoces para tus adentros que no es algo intolerable.
Lo que ocurre es que no hablamos de nuestros sentimientos con los demás y muchas veces ni con nosotros mismos. Reconocer y admitir nuestros miedos es el primer paso para liberarse de esos sentimientos negativos.
Te sorprenderías al saber que es muy frecuente sentir odio; envidia; asco; hacía alguien. Lo que si debes saber es que cuando eso se enquista y te perjudica se puede trabajar. Cuando odiamos al alguien estamos perdiendo fuerzas y energías en algo que nos envenena por dentro.
El rencor es algo muy negativo pero sobre todo para uno mismo. Además el orgullo nos puede llevar a situaciones dolorosas y muy absurdas. Lo que ocurre es que a veces confundimos el CEDER con PERDER. Y eso es porque de alguna manera COMPETIMOS con el otro.
Imagina que tienes un detalle con ese tercero por alguien que te importa. Si te hiciera un desplante ¿a quien haría más daño a ti o a esa persona que esta en medio?. ¿Quién tendría una conducta más infantil? Ese acercamiento no lo haces para la tercera persona; lo haces por generosidad a quien te importa ; por que le reconoces ese sitio que también tiene en el corazón del otro. Una gran profesora mía decía que el amor no es una tarta y que no se reparte en trozos.
Generalmente es un problema de autoestima. Liberarse del rencor no se trata de que «quieras» a ese tercero. Se empieza trabajando en quererte tanto a ti mismo que no te quepa odio hacia nadie.