¿Cuanta vida le dedicas a tu trabajo?
¿Has viajado en un metro a una hora punta?
Si es así,seguro que alguna vez has seguido al enjambre humano y te has puesto a correr aunque no tenías prisa. La inercia del grupo te atrapa y te miran mal si vas paseando tranquilamente por que les enlenteces el paso.
Algo parecido pasa con el entorno laboral.
Una cosa es motivarse; implicarse y querer ser efectivo. Y otra muy distinta es que sea el centro de tu vida. La sociedad lo premia ; te da prestigio; dinero y autoestima.
El problema es cuando de repente eso un día se para; te despiden o te jubilas. Al sólo haber regado una planta de tu jardín este se ve desierto. No tienes ni idea de que hacer; te sientes desubicado y torpe.
Es por esto que hay que obligarse a tener al menos un «algo» mas. Un hobby; una familia; un voluntariado.
Esta especie de nido vacio que se da en el trabajo es de lo mas cruel. Por que el hijo al menos lo sigues teniendo presente. Pero el trabajo desaparece y te recuerda que no eres indispensable.
Yo se que hay personas que la regla 8/8/8 (8 horas de sueño; 8 de trabajo; 8 para vivir) no la van a cumplir jamas. Pero hay que obligarse a salir de ese círculo. Y andar mas despacio. Recuerda que no siempre la mayoría tiene la razón.
Aprovecho para recomendaros la película » A propósito de Smith»