¿Te exiges demasiado?
Como terapeuta veo diariamente a muchas personas que no aprovechan todo su potencial, o lo que es peor que lo utilizan para hacerse daño. Personas muy inteligentes que se conforman con trabajos rutinarios por miedo a fracasar. Gente que sin disfrutar de la soledad no quiere esforzarse para conocer nuevos amigos. Personas que se quedan estancadas en situaciones que ya conocen por que aunque son infelices sienten que eso al menos ya lo saben manejar.
Pero también existen personas con un nivel de exigencia sobre si mismos totalmente exagerado. Personas que nunca están satisfechos con los conocimientos, con el trabajo, con su vida personal. Que no consienten perder ni un sólo minuto del día en algo que no sea productivo, y lo acaban viviendo con angustia.
La sociedad nos envía mensajes de perfección, cuantas series americanas con una madre de familia, con la casa impoluta , perfectamente arreglada, con un cuerpo 10 y que siendo una madre atenta y cariñosa , ademas tiene tiempo para tomarse un café con las amigas…Y por supuesto si abre un negocio en poco tiempo triunfará.
A parte de esos mensajes externos de que tenemos que triunfar en TODO lo que hagamos (que por cierto no es verdad) tenemos otros internos que nos empujan a tener una serie de obligaciones autoimpuestas que a veces son muy difíciles de conseguir.
Ir al gimnasio, estudiar un idioma, cuidar tu imagen, empezar proyectos nuevos es algo fantástico, siempre y cuando no nos ahoguemos en actividades una tras otra. Ya que todas esas tareas deberíamos disfrutarlas por el resultado pero también al desarrollarlas.
Ojo, me refiero a actividades que hacemos para mejorar voluntariamente, por ejemplo si el médico nos receta ejercicio físico por nuestra salud, es una actividad que tiene prioridad.
Pero si te sientes asfixiado pregúntate que cosas puedes dejar de hacer, para disfrutar de tiempo libre, para realizar otras actividades que aunque no sean tan productivas te hacen disfrutar, o reír. ¿Puedes dejar un poco de polvo en la mesa de casa? ¿Es necesario que hagas todos los recados? ¿Tienes que dejar todas las tareas laborales hechas? ¿Puedes dejar esa llamada incómoda para mañana?
Imagínate que has quedado con un amigo para tomar un café y te llama y te dice que aunque tenía muchas ganas de verte esta exhausto y que necesita descansar ¿lo entenderías?, seguramente si sabes que no es excusa te parecería bien… entonces ¿por que tu no te lo permites a ti mismo?
Tú y sólo tú decides hasta donde quieres llegar, mientras aceptes los pros y los contras de tu decisión, y disfrutes del camino puedes exigirte hasta donde quieras. A veces hay que pararse y reflexionar para que estamos esforzándonos tanto, si de verdad merece la pena y si nos podemos permitir levantar el pie del acelerador para disfrutar un poco del paisaje.