Cuando el familiar ó amigo de una persona con adicción ya no puede apoyarle.
Las adicciónes son un tipo de enfermedad que no todo el mundo puede comprender; algunas personas lo ven como un vicio; y otras aunque puedan entender que no lo es, sencillamente no pueden con todo lo que la persona adicta a traído con ellas; mentiras , engaños, discusiones, estafas, delitos…
Lo primero que hay que decir que aunque para nosotros terapeutas el apoyo de los seres queridos es de las mejores herramientas terapéuticas, no siempre ni pueden ni quieren hacerlo. Y hay que trasmitirles que tienen todo el derecho del mundo a no poder más. Por que el adicto no es culpable de su enfermedad pero sí que es RESPONSABLE.
Ya que que si un enfermo de cancer con posibilidad de tratamiento; decide que no quiere pasar por la quimio; por que es muy incomoda y dolorosa; su familia se decepcionará y se enfadará. Además puede llegar un punto en que los seres queridos no tengan más remedio que hacer escoger por su propia salud y seguridad a la persona adicta que camino va a tomar.
Lo que me parece muy importante señalar es que a menos que se corte de cuajo la relación y que no haya ni bienes ni familia que depende de enfermo y ser querido. Sí se mantiene la convivencia; si se comparten hijos es fundamental que el familiar tenga un mínimo contacto con los profesionales si la persona adicta se ha decidido a comenzar un tratamiento.
La razón principal para que el familiar aprenda a blindarse de esta enfermedad y a protegerse de las consecuencias. En terapias como las de www.apalmadrid.org se blinda al enfermo y se protege a su familia.
Otro motivo para reunirse con sus terapeutas es que aunque ahora no este preparado para perdonar o convivir si decide en el futuro hacerlo también debe conocer como funciona por lo anteriormente citado.
Además; conocer la terapia y la enfermedad le ayudara en el proceso de asimilación de lo ocurrido; le quitará posibles sentimientos de culpabilidad; verá que era imposible sospechar sin experiencia.
Siempre recomendamos a la familia y a los amigos que se tomen tiempo para decidir que hacer en relaciones así, el dolor es enorme.Muchas veces en la misma terapia se puede encontrar un buen apoyo para asimilar y comprender. En ocasiones estas personas siguen caminos separados pero desde una perspectiva más sana.
Por último reiterar a la familia y a amigos que no puedan rehacer sus vínculos, que están en su derecho. Y que la persona adicta sí quiere puede salir. Su recuperación no depende de tí; tienes derecho a seguir con tu vida. Puede que ya hayas sufrido más de lo que deberías.